Jane Coller, Michelle Z. Rosaldo, Silvia Yanagisako, problematizan el concepto de familia, elaborado y asumido hasta ahora en las ciencias sociales.
Para ello revisan las viejas teorías por las cuales antropólogos como Malinosky, fueron pioneros en los estudios de la familia y la traza del parentesco.
Uno de los supuestos básicos de está teoría, era “ la función” que
cumplía la familia, en el cuido de los hijos y la gratificación de las necesidades de tipo biológico, o emotivas.
A lo que las autoras dicen que no necesariamente esto debe responder a una universalidad de esta formación. Y no esta integrada por una unidad de tipo nuclear. Pues aseveran que estos los antropólogos sean basado más en su propia fe, que en evidencia a la hora de construir modelos teóricos.
De allí, que sus dos argumentos ha demostrar se han, el porqué los antropólogos siguen creyendo en la universalidad de la familia, y si la antropología nos puede ofrecer una alternativa “natural y necesaria de las familias”.
Las autoras elaboran su critica, por una parte creyendo que los datos de los pensadores del siglo XIX, que Malinosky desecho. Son utilizados para elaborar un análisis más completo y certero. No obstante también estos supuestos son criticados.
Un punto importante que abordan las autoras es el rol de la mujer, que según estos pensadores y la visión de ellas, siguió bajo el dominio del hombre. Reconstruido como un sistema capitalista, que encasilla a la mujer en una esfera de reproducción biológica inmutable. En su contraparte los hombres son los portadores del cambio social.
Está manera de plantearse las relaciones, con un mundo femenino y otro masculino, se ayuda de algunos presupuestos funcionalistas, o victorianos con respectos a la familia. Por una parte las autoras observan que la concepción de la familia biológica, y observan la autosuficiencia, son o deberían de las características que abonan al debate actual.
Esto asociado a la construcción de un carácter más formalizado de la familia, con un concepción más de tipo estado por el cual se reconoce esta.
La propuesta gira en torno hacer una reflexión más refinada de las cuestiones; las acciones, la moral, la crianza, la función de producción individual, el capitalismo productivo. Pues a través de el estudio de estos presupuesto podemos encontrarnos verdaderamente con lo que se tiene, y a su vez de allí partir a un análisis más propio, sustentado en la visión de las sociedades y los actores.
Para ello revisan las viejas teorías por las cuales antropólogos como Malinosky, fueron pioneros en los estudios de la familia y la traza del parentesco.
Uno de los supuestos básicos de está teoría, era “ la función” que
cumplía la familia, en el cuido de los hijos y la gratificación de las necesidades de tipo biológico, o emotivas.
A lo que las autoras dicen que no necesariamente esto debe responder a una universalidad de esta formación. Y no esta integrada por una unidad de tipo nuclear. Pues aseveran que estos los antropólogos sean basado más en su propia fe, que en evidencia a la hora de construir modelos teóricos.
De allí, que sus dos argumentos ha demostrar se han, el porqué los antropólogos siguen creyendo en la universalidad de la familia, y si la antropología nos puede ofrecer una alternativa “natural y necesaria de las familias”.
Las autoras elaboran su critica, por una parte creyendo que los datos de los pensadores del siglo XIX, que Malinosky desecho. Son utilizados para elaborar un análisis más completo y certero. No obstante también estos supuestos son criticados.
Un punto importante que abordan las autoras es el rol de la mujer, que según estos pensadores y la visión de ellas, siguió bajo el dominio del hombre. Reconstruido como un sistema capitalista, que encasilla a la mujer en una esfera de reproducción biológica inmutable. En su contraparte los hombres son los portadores del cambio social.
Está manera de plantearse las relaciones, con un mundo femenino y otro masculino, se ayuda de algunos presupuestos funcionalistas, o victorianos con respectos a la familia. Por una parte las autoras observan que la concepción de la familia biológica, y observan la autosuficiencia, son o deberían de las características que abonan al debate actual.
Esto asociado a la construcción de un carácter más formalizado de la familia, con un concepción más de tipo estado por el cual se reconoce esta.
La propuesta gira en torno hacer una reflexión más refinada de las cuestiones; las acciones, la moral, la crianza, la función de producción individual, el capitalismo productivo. Pues a través de el estudio de estos presupuesto podemos encontrarnos verdaderamente con lo que se tiene, y a su vez de allí partir a un análisis más propio, sustentado en la visión de las sociedades y los actores.
Collier Jane, Rosaldo Z Michelle, Yanagisako Sylvia, “Existe una familia? Nueva pers-
1997 pectiva en Antropología. En Revista Is there a family new
antropological views in the gender sexuality reader. Lancas
ter y di Leonardo (comp.) Routledge . trad. Miranda Gonzáles.
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